Muñecos Siniestros

Radio Horror

Historia:
Existe evidencia de muñecos tallados en piedra desde hace más de 4,000 años. También en Egipto se encontraron muñecas hechas de tela, papel y rellenas de lino. Los muñecos son una proyección de la percepción que se tiene de la gente de esa época y de los niños. El hecho de que estos sean versiones humanas en miniatura despierta el ingenio de aquellos fantasiosos o creyentes en espíritus, al pensar cómo podrían interactuar con nuestra realidad.
Por ejemplo, si comparas a las muñecas de los 50, con las de los 80 y luego con las de los 2000, podrás notar cómo se ha ido corrompiendo la inocencia. Antes veías juguetes más inocentes y ahora, las Bratz o las Barbies, tienen extremo maquillaje. Ya no quieren jugar a la mamá, ahora son la adolescente joven e independiente.

¿Qué cambios se han visto en los juguetes infantiles?
Si nos vamos a 1700, las muñecas estaban basadas en ciertos roles y se veían como una oportunidad para que la niña aprendiera a tejer o coser al hacerle la ropa. Además, aprendía de rituales culturales como la hora del té o los funerales.

¿Qué hace a un muñeco creepy?
Según un estudio realizado en Knox College, en Illinois, por Sara Koehnke y Drank McAndrew, el sentimiento de creepyness proviene de la incertidumbre o mensajes mixtos que recibes del muñeco. Entonces, algo creepy puede ser la sugerencia de que es peligroso, pero al mismo tiempo no, esa incertidumbre es lo que lo hace creepy.
Un ejemplo: alguien se te queda viendo. No está haciendo algo malo, pero crea un sentimiento negativo, la sospecha de que su conducta está fuera de lugar, entonces se vuelve creepy, pues no estás 100% seguro de que exista una amenaza y tienes que esperar.

¿Qué es lo que sucede si algo nos parece creepy?
Estamos en un estado de hiperalerta. Esto es incómodo porque tenemos que prestar atención a nuestro alrededor todo el tiempo. Los muñecos caen en el aspecto creepy porque quedan en medio. Parecen humanos, tienen facciones y es natural que queramos leerlas e interpretarlas. Sin embargo, no son humanos y tampoco podemos evitar hacer esta lectura donde esperamos que haya algún tipo de respuesta. Si pensamos en los ojos, aunque sabemos que son inertes, de plástico, nos mantenemos pendientes de ellos. Esto da pie a historias donde se percibe una reacción.

Pediofobia:
Pediofobia viene de “paidion” que significa “niño” en griego, y “phobos” que significa “miedo” o “pavor”. Se trata del temor a que las muñecas tengan vida propia y finjan ser un objeto. La pediofobia podría llevar a la automatonofobia, que es el miedo a las muñecas articuladas o robóticas.
En su libro “Lo siniestro”, Sigmund Freud señalaba que nos produce desasosiego aquello que está a medio camino entre lo vivo y lo muerto, lo animado y lo inanimado, lo que siente y lo que no. Es decir: lo que parece escaparse de las clasificaciones dicotómicas absolutas, establecidas por nuestra mente para mantener la cordura. Por eso, cuanto más realista es la muñeca, más terror produce.

Hay un punto al que se le conoce como el “valle de lo bizarro”. A los humanos nos gustan los muñecos que se parecen a nosotros hasta el punto de no retorno… Este, de ser excedido, empieza a ser perturbador porque se parece demasiado a un humano.
Esta idea comenzó en Japón con Masahiro Moris, en 1970, en un ensayo donde anticipaba las dificultades que tendrían los fabricantes de robots al hacer caras humanas. Por ejemplo, pensemos en esos muñecos a los que les jalas la cuerda y hablan… ¿No sé vuelven más creepy?
Ahora, muñecos que tienen la vista fija y los muñecos que pueden abrir y cerrar los ojos… Esta invención se dio en 1900.
Otro factor es la edad, el tiempo afecta los materiales y esto propicia que un muñeco se vea creepy, También los mecanismos defectuosos, el efecto del calor y el sol en sus materiales, el pelo duro y feo que queda después de años de suciedad o que un niño juegue con ellos. Súmale a esta imagen que algunos componentes los hacen simular respiración o sonidos.

Poppet:
En el folclor mágico y la brujería, poppet, mopet o pippy, es un muñeco que representa a una persona y el cual se usa para realizar magia que le ayude o repercuta en ella. Normalmente, los encontraban en chimeneas. Los hacían con ramas, papel, cera, arcilla y hasta con papas.

El caso de Charlie McCarthy (fake):
Charlie McCarthy fue un ventrículo que género gran controversia en 1920, aparentemente usaba el cadáver de un niño como muñeco y lo llamaba Edgar. McCarthy era muy celoso con su muñeco, no permitía que en ninguna circunstancia se acercaran a Edgar. Solo él podía sacarlo, tocarlo y guardarlo en su caja. Una noche, después de su show, los trabajadores se acercaron al camerino para avisarle que el teatro seguía abarrotado, pero grande fue su sorpresa al encontrar al artista muerto y con el cuello destrozado. Cuando llegó la unidad de criminalística, sacaron al muñeco de su caja y observaron ciertos detalles de sus manos.
Se dieron cuenta de que tenía huellas dactilares y su rostro estaba cubierto con una máscara de látex para ocultar la palidez de sus facciones. Nunca se supo qué hizo McCarthy para conservar tan bien el cadáver. Es inexplicable hasta el día de hoy. Tampoco se supo la identidad del niño, pero se presumió que pudo ser su hijo: el padre no aguantó la pérdida y lo convirtió en un muñeco.
Todo esto es solo una creepy pasta, pero como hoy en día el tema de los muñecos sirve para relatar una historia de miedo, queda perfecto.
El hecho perturbador está en la propia profesión de ventrílocuo: el humorista humano, siempre estoico y de perfecta dicción, utiliza a su inanimado ayudante para hacer bromas de mal gusto, poner voces raras y cantar extrañas canciones. ¿Hasta qué punto se trata de un número humorístico? ¿Cómo sabemos que no está proyectando su verdadera personalidad con la marioneta? Una muestra evidente de esquizofrenia que preocuparía mucho.

Okiku:
En 1918 una chica de 17 años, Eikichi Suzuki, le compró una muñeca a su hermana Okiku. Ellas se volvieron inseparables y hasta la bautizó con su mismo nombre. La niña murió un año después debido a una fiebre intensa. La familia Suzuki le hizo un altar y en la parte superior, pusieron a la muñeca Okiku. A los pocos días notaron que le empezó a crecer el cabello. Pensaron que el espíritu de la hija se enlazó con ella y la donaron al templo de Manneji, donde actualmente se puede visitar. Su cabello sigue creciendo, mide 50 cm.

Isla de las Muñecas:
Xochimilco es un pueblo al sur de la CDMX, hay un canal donde se realizan paseos de larga duración (tres horas) por si quieres llegar a la Isla de las Muñecas.
La leyenda cuenta que una chica se ahogó enredada entre los lirios del lugar y su cuerpo fue encontrado a las orillas de las chinampas de Don Julián. El espíritu de la infortunada joven se quedó en el lugar y lo atemorizaba. Julián Santana empezó a colocar muñecas que recogía de la basura y en los canales de Cuemanco. Él decía que estaba ahí para ahuyentar a los malos espíritus y obtener mejores cosechas.
En 1987 se realizó un rescate eco turístico y se encontró esta isla cubierta por el lirio acuático. Desde entonces, la chinampa de la Isla de las Muñecas ha sido un lugar de gran afluencia turística.

Muñecos vudú:
Han encontrado muñecos vudú desde la época de los griegos. En un jarrón, acompañado de una tableta de arcilla, encontraron a una muñeca con clavos en la boca, ojos, oídos, pecho y genitales. La tableta decía: “Maldigo a Tretia María y su vida, mente, memoria, hígado y pulmones en conjunto, sus palabras y pensamientos, para que no pueda hablar nunca más de aquello oculto ni tampoco expresarlo”.

Introducción al cine de horror

El gran Gabbo, (1929):
Podría decirse que esta fue la primera cinta que tuvo a un muñeco que en verdad logró aterrorizar al público. Muestra la historia del ventrílocuo Gabbo, un hombre enamorado de una bailarina que no le corresponde, aunque pronto tendrá la ayuda de Otto, su muñeco, quien comenzará a darle consejos para conquistar a su amada… Aunque malévolos.

The Devil-Doll, (1936):
Un hombre acusado de asesinato convierte a dos humanos en asistentes del tamaño de muñecos para aterrorizar y vengarse de aquellos hombres que lo acusaron.

Twilight Zone:
Sin duda, “Twilight Zone” es una de las más grandes series de todos los tiempos, capaz de presentarnos situaciones que van desde el suspenso hasta el miedo más aterrador. Por supuesto, entre sus episodios no podía faltar uno dedicado a algún muñeco maldito: “The Dummy”. ¿Está Willy vivo o es tan solo un delirio de Etherson causado por su alcoholismo?
“Talky Tina - My name is Talky Tina and you'd better be nice to me!”, “The Living Doll”.
Talky Taly era una de esas típicas muñecas con frases pregrabadas que dan a los niños y niñas la ilusión de tener una figura parlante, la diferencia es que Taly es un poco mal hablada y suele decir cosas como “te odio” o “voy a matarte”, el problema es que solo las escuchaba el violento padrastro de la dueña de la muñeca, lo cual, poco a poco lo volvía loco.

Devil Doll, (1964):
Camina, habla, ve y asesina. Así describe el tráiler de “El muñeco diabólico”, las funciones principales de Hugo, el horripilante muñeco del hipnotizador y ventrílocuo conocido como El gran Vorelli, cuyo espectáculo destaca por el libre albedrío de su marioneta en el escenario. Aunque sobre las tablas todo sea risa, el hecho de que cada noche se tenga que encerrar a Hugo en una jaula de contención no dice nada bueno de él, ni mucho menos de su dueño.

Dolls, (1987):
Un grupo de excursionistas terminará pernoctando en la casa de una pareja de fabricantes de muñecas y descubrirán que sus creaciones son en realidad personas miniaturizadas convertidas en juguetes. Un estimable ejercicio de terror sobrenatural con un imaginario envidiable y unos efectos especiales más que notables.

Child’s Play, (1988):
Un muñeco que no necesita presentación, pero que es imprescindible en cualquier lista. Como ya todos saben, se trata del filme dirigido por Tom Holland, donde el alma del asesino serial Charles Lee Ray se introduce en el cuerpo de un muñeco que caerá en las manos de un pobre niño al que intentará poseer, por supuesto, no sin antes asesinar de brutales formas al que se interponga en su camino.

Vacaciones de terror, (1988):
Esta película es mala, pero entrañable, y se ha convertido en un filme de culto imprescindible en la filmografía de terror mexicana. Aquí, el espíritu de una bruja posee el cuerpo de una muñeca, la cual, hará pasar la peor noche de sus vidas a una familia que solo quería disfrutar su nueva casa.

Puppet Master, (1989):
Una de las sagas más entrañables de muñecos asesinos, narra la historia de André Toulon, un titiritero que ha descubierto el secreto para crear vida a raíz de un extraño suero, dicha sustancia se la inyectará a unas marionetas (modificadas con los más raros instrumentos para matar) que serán reanimadas para dar rienda suelta a su sadismo.

Annabelle, (2014):
Es aún peor, porque al inicio de la película dicen que está basada en una historia real. Los Warren van a investigar el caso de una muñeca poseída.

The boy, (2016):
Una niñera es contratada por un matrimonio para que cuide de su hijo Brahms, pero a su llegada, la joven descubrirá que el hijo de los señores es un muñeco.

Créditos:
Radio Horror es producido por Caro Arriaga y Rael Aguilar.
Edición por Matías Beltrando desde Destek Soporte.

Música:
Closing Theme Hounds of Love por Dan Luscombe (Intro), Insiders por Joe Crotty (Intro), Patchwork por Patchworker f.k.a. [friendzoned] (Spoilers) y Nightlong por FSM Team (Outro).

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