124. 8 Tipos de clientes tóxicos en fotografía

Vivir de la Fotografía

Hoy hablamos de los clientes tóxicos en fotografía, que tipos de clientes tóxicos hay, como detectarlos y como evitarlos. Y es que trabajar con este tipo de personas no solo te traen quebraderos de cabeza con ellos, sino que te generan un desánimo enorme en tu pasión que puede trastocar tu trabajo.

Pero antes toca hablar de lo que te encontras esta semana en la academia, por un lado tendrás nuevos capítulos del curso de filmmaking y el viernes un nuevo capítulo del curso de Capture One Pro.

Tipos de clientes tóxicos en fotografía

Hay muchos tipos de clientes tóxicos en fotografía, como en todos los trabajos. Pero hay algunos que son exclusivos de los servicios fotográficos. Pero lo principal es que sepas detectar estos clientes tóxicos para no caer en ellos y saber como evitarlos.

Cliente tóxico nº 1: El tiburón

Es el cliente que piensa que es un crack, un fiera, un figura, un mastodonte… y que debe negociar todo lo que ofrece la sesión para adaptarse a sus requerimientos aunque esto en ocasiones sea imposible a nivel técnico. Realmente solo intenta aprovecharse y pedir más sin querer aumentar tu remuneración económica. Suele tener un comportamiento agresivo.

Cliente tóxico nº2: El indeciso

Es el "pseudocliente" que después de preguntarte varias veces lo mismo y después de darle una explicación concreta para él, necesita que se lo vuelvas a explicar o demanda mucha más atención o tiempo del que se merece. Para después desaparecer sin dejar rastro y sin dar explicaciones.

Cliente tóxico nº3: El perfeccionista.

Es el cliente que nunca está sadisfecho, nunca tiene suficiente y siempre puede hacerse mucho mejor. Suelen ser clientes con "algunas nociones artísticas" y por ello piensan que tienen más criterio que tú al realizar el trabajo. Saben hacer tu trabajo mejor que tú, aunque realmente no tenga mucha idea.

Cliente tóxico nº4: El hipnotizador

Es el cliente que a pesar de que conoce tu precio o presupuesto por el trabajo, te dice o te hace replantearte que no estás poniendo un precio “realista” y que debes tratarse de un error al cobrar tanto por ese “simple” trabajo. Con frases como “la competencia lo hace más barato” intenta reducirte y convencerte de que cambies.

Cliente tóxico nº5: El informal

Es el cliente que todo lo ofrece es su palabra, ya que no quiere firmar ningún contrato por ser algo “demasiado profesional”. Ya que el busca algo más simple. Es la forma de no dejar todo atado y para después intentar aprovecharse de ti diciendo que ya lo habíais hablado o que él lo entendió de otra forma.

Cliente tóxico nº6: El 24/7

Es un cliente que demanda toda la atención. Lo quieren todo para ayer, cuando la mayoría del tiempo este cliente tóxico es el que ralentiza tu trabajo por preguntas o demoras. Y necesitan un canal de comunicación continuo (normalmente por teléfono o WhatsApp) para tener el control sobre cada detalle del trabajo.

Cliente tóxico nº7: El bro

Es un cliente que pretende ser tu amigo, hablándote como si os conocierais de toda la vida e intentando ganar tu amistad para después pedirte bajar los precios tras largas charlas y mareos al ser ya “conocidos”.

Cliente tóxico nº8: El olvidadizo

Es el cliente que se olvida de pagarte, que lo hará mañana o que justamente le ha dado problemas su banco… Intentando que si no estás encima de él se te olvide cobrarle y pueda pasar desapercibido. Se inventará mil excusas para no pagarte.

¿Como librarte de estos clientes tóxicos en fotografía?

Lo primero es detectar que estas ante un posible cliente tóxico. Y si es así, hablale sin tapujos, explícale que no sois compatibles y que está buscando otro perfil de la forma más educada y profesional posible. No le dediques más tiempo a responder, ya que entraras en una escala de perdida de tiempo que no llevará a ningún sitio.

Otra alternativa si tienes dudas es dejar todo atado y bien atado en un contrato y cobrando una parte por adelantado para que no te lleves malas sorpresas. En la mayoría de casos, si pides esto, serán ellos lo que se delaten rechazando el contrato y el adelanto.

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