MATEO 15. APARIENCIA INTERIOR

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APARIENCIA INTERIOR MATEO 15:15 Entonces Pedro le dijo a Jesús: Explícanos la parábola que dice que la gente no se contamina por lo que come. 16 ¿Todavía no lo entienden? preguntó Jesús . 17 Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca. 18 Pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina. 19 Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia. 20 Esas cosas son las que los contaminan. Comer sin lavarse las manos nunca los contaminará. NTV. La apariencia externa es lo más importante para la gran mayoría de personas, por eso cuidan minuciosamente su aspecto físico para mantenerse atractivos. Para tratar de mantenerse bien, realizan actividades físicas, mantienen una correcta nutrición, se visten con ropa y calzado de marca, utilizan maquillaje para cubrir algunas imperfecciones de la piel, incluso algunos se realizan cirugías estéticas, todo esto con el afán de verse presentables ante los que les rodean. Al preocuparse tanto de cuidar su apariencia externa, se olvidan de cuidar su apariencia interna, la cual es más importante, ya que de ello dependerá que una persona lleve una vida en conformidad a la voluntad de Dios, cumpliendo y obedeciendo Su palabra. En el pasado, los líderes de la religión judía se habían olvidado de cultivar y cuidar su apariencia interna por preocuparse tanto por su apariencia externa. Ellos habían creado un montón de leyes y ritos ceremoniales para tratar de cuidar su apariencia externa. Todos los que no cumplían estas leyes y ritos ceremoniales quedaban impuros, y todo aquel que tuviese alguna clase de contacto con ellos quedaban también contaminados con esa impureza. En cierta ocasión, los discípulos de Jesucristo se sentaron a la mesa sin lavarse las manos, lo cual causó una gran controversia, ya que al no lavarse las manos estaban incumpliendo un rito ceremonial de purificación, por lo cual, a vista de los líderes religiosos, los discípulos de Cristo estaban contaminados por la impureza del pecado. Ante esta situación, los líderes religiosos se acercaron ante Jesús denunciando el incumplimiento del ritual de purificación, más Él les contestó: “Lo que entra por la boca no es lo que contamina al hombre; sino las palabras que salen de su boca” La respuesta dada por Jesús a los líderes religiosos, no estaba clara para sus discípulos, razón por la cual, Pedro se acercó a su Maestro y le pidió que les explicara esa parábola que acababa de pronunciar. Jesús les explicó que toda la comida que come el hombre atraviesa todo el aparato digestivo y luego termina en el retrete sin causar ninguna afectación espiritual al hombre. En tanto que las palabras que salen de la boca, o son pronunciadas, estas sí pueden ocasionar una afectación espiritual, porque todas esas palabras provienen del corazón del hombre, ya que en ella se albergan todos los malos deseos, los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia. En pocas palabras, en el corazón se encuentra todo lo malo del hombre y se manifiesta al exterior por acciones, como por palabras, haciendo de esa manera que el hombre se contamine con el pecado. Cuando Jesucristo habla del corazón, no se refiere al órgano que bombea la sangre, sino a la mente de la persona, pues para la cultura hebrea, la mente era considerada como el corazón del hombre, el cual le daba la vida. Queridos hermanos. A nuestro amado Padre Celestial, no le importa nuestra apariencia externa, lo que le importa a Él, es nuestra apariencia interna, lo que tenemos albergada en nuestra mente, ya que de eso dependerá nuestra manera de relacionarnos con Dios y con todas las personas que están a nuestro alrededor.